Durante nuestro paso por la universidad todos recordamos a algunos profesores extraordinarios, no sólo por sus conocimientos sino por la manera de contar las cosas. Uno de estos grandes comunicadores y de los que hemos disfrutado mucho es el profesor de Filosofía Griega (UIB) Francesc Casadesús.
De las clases recuerdo la elegancia de la filosofía, por ejemplo, en La República de Platón, el estudio de "la alegoría de la línea". Pero la parte más jocosa, que voy a rememorar aquí, son las singularidades y anécdotas de ciertos filósofos.
Uno de esos filósofos "raritos" fue Diógenes de Sinope. Diógenes pertenece a la escuela de los cínicos, tal vez es el más radical de los mismos. El significado de cínico no es igual que en la atualidad sino que hacía referencia al lugar, el gimnasio en el que se reunían (cinosargo), y quiere decir perro ágil. Ellos también se hacían llamar cínicos (perros) debido a que estos animales viven de forma sencilla y conforme a la naturaleza, que es lo fundamental de esta filosofía.
Diógenes renunciaba a todo lo material y vivía en una tinaja (como "el chavo del ocho"). Prácticamente no tenía pertenencias, de las pocas que poseía era una una escudilla o bol con la que tomar alimentos, y al ver a un muchacho tomar agua de una fuente, con las manos, la tiró violentamente porque aquel niño le había ganado en simplicidad. Visto esto no sé porque se le llamó Síndrome de Diógenes a la enfermedad que consiste en recogerlo todo.... El hecho más conocido fue cuando, el propio rey, Alejandro Magno lo encontró en el suelo y le preguntó si podía hacer algo por él, Diógenes le respondió que se apartase porque "le tapaba el sol".
Una de las primeras filósofas fue Hiparquia. Se casó con el viejo Crates que era muy feo. Para casarse con él amenazó a su familia con suicidarse, por lo que la llevaron junto al maestro, que estaba desnudo y aceptaron la unión (tal vez tendría otras cualidades superlativas..).
No hay comentarios:
Publicar un comentario